16 nov 2011

Y ya nada tiene sentido, no para los que nos ahogamos en palabras ajenas y vacías. Si el tiempo volara y rozara tus labios me vería obligado a frenar el aire, aquel que ahora ansío, el que ningún redoblante de trueno agita mejor que vos. Tus labios son como los míos, ambos buscando (encontrando) un alma en la que ahogarse lentamente, perdiendo toda realidad. Las palabras son ajenas pero los sentimientos propios, nada cura mejor que una noche que no cae cuando llega el día. Y eso queremos, una luna llena que frene el poco tiempo que nos queda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario