26 oct 2010

Inconsciente colectivo.-

Nace una flor, todos los días sale el sol, de vez en cuando escuchas aquella voz. Como de pan, gustosa de cantar en los aleros de mi mente con las chicharras. Pero a la vez existe un transformador, que te consume lo mejor que tenés, te tira atrás, te pide más y más, y llega un punto en que no querés. Mama la libertad, siempre la llevarás dentro del corazón. Te pueden corromper, te puedes olvidar, pero ella siempre está. Ayer soñé con los hambrientos, los locos, los que se fueron, los que están en prisión. Hoy desperté cantando esta canción que ya fue escrita hace tiempo atrás. Es necesario cantar de nuevo, una vez más.

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